10ª Etapa: Caravaca de la Cruz - Murcia
Distancia: 79,090 kms
Buenos días!!!
Estamos ante el epílogo de nuestra ruta. Ya no es parte de ella, pero tenemos que bajar hasta Murcia, ya que allí tenemos el coche con el las cosas. Esperamos tener una etapa sencilla, de unos 80kms, en la que la mayor parte serán descendentes. Pero la etapa será algo engorrosa.
Antes de salir, nos acercaremos a la Basílica, asistir a misa y recoger el Caravaquensis o Certificado del Peregrino. El equivalente a la Compostela que te dan al finalizar el Camino de Santiago
En esta parte sí que encontramos a mucha gente andando en bici, caminando, corriendo...... Nosotros vamos con una sonrisa de oreja a oreja.
Los kilómetros van pasando rápidamente. En algún tramos salimos de la vía verde y nos metemos en pueblos, como Cehegín, Mula..... Paramos a almorzar lo último que teníamos. Unas naranjas, unos quesitos, agua.....y a seguir.
Nos las prometíamos muy felices, pero de repente empezó a levantarse aire, que como siempre que vas en bici, es de cara (Dicho ciclista: El viento nunca da de culo, de por.......jajajaja)
Este viento, unido a las ganas por llegar, a la falta de señalización y a no sé qué más, hicieron que se convirtiera en la peor parte del camino. Ni en la etapa aquella que iba sin piernas lo pasé tan mal. Creo que fue algo más psicológico que otra cosa. Se me metió en la cabeza que estábamos dando un rodeo innecesario y me ofusqué. Una vez que llegamos a Molina de Segura, la cosa ya cambió. Pasamos el Espinardo, nos vamos acercando al centro de Murcia..... Y como eso más o menos ya me suena, pues pongo rumbo a la Catedral. Se nota que es agosto, porque no hay mucha gente. Bueno, más bien está desierto. Cualquiera que haya estado en Murcia en agosto, a las 15:00, sabrá de lo que hablo.
Nos da igual. Nosotros queremos llegar. Disfrutar de ese momento. Y lo hacemos.
Final. Se acabó. Ya hemos llegado.
¿Y ahora qué? Pues a celebrarlo. A buscar un sitio para poder tomar unas cervecitas, comer algo..... y preparar el resumen del viaje
Antes de salir, nos acercaremos a la Basílica, asistir a misa y recoger el Caravaquensis o Certificado del Peregrino. El equivalente a la Compostela que te dan al finalizar el Camino de Santiago
También aprovechamos para sacar alguna foto más del lugar, dejando bien claro cual había sido nuestro recorrido.
Tras todos los agradecimientos y fotos, volvemos al albergue a desayunar en el bar que hay al lado. No tenemos prisa, porque la etapa es corta. Pero tampoco es cuestión de dormirse. Así que nos ponemos en marcha.
Cogemos la Vía Verde del Noroeste y empezamos nuestro último esfuerzo. Las playas de La Manga nos esperan.
El recorrido es muy agradable. No hace excesivo calor, y vamos entre árboles, con sombras.
Los kilómetros van pasando rápidamente. En algún tramos salimos de la vía verde y nos metemos en pueblos, como Cehegín, Mula..... Paramos a almorzar lo último que teníamos. Unas naranjas, unos quesitos, agua.....y a seguir.
Nos las prometíamos muy felices, pero de repente empezó a levantarse aire, que como siempre que vas en bici, es de cara (Dicho ciclista: El viento nunca da de culo, de por.......jajajaja)
Este viento, unido a las ganas por llegar, a la falta de señalización y a no sé qué más, hicieron que se convirtiera en la peor parte del camino. Ni en la etapa aquella que iba sin piernas lo pasé tan mal. Creo que fue algo más psicológico que otra cosa. Se me metió en la cabeza que estábamos dando un rodeo innecesario y me ofusqué. Una vez que llegamos a Molina de Segura, la cosa ya cambió. Pasamos el Espinardo, nos vamos acercando al centro de Murcia..... Y como eso más o menos ya me suena, pues pongo rumbo a la Catedral. Se nota que es agosto, porque no hay mucha gente. Bueno, más bien está desierto. Cualquiera que haya estado en Murcia en agosto, a las 15:00, sabrá de lo que hablo.
Nos da igual. Nosotros queremos llegar. Disfrutar de ese momento. Y lo hacemos.
¿Y ahora qué? Pues a celebrarlo. A buscar un sitio para poder tomar unas cervecitas, comer algo..... y preparar el resumen del viaje
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